¿Cómo ahorrar en tiempos de crisis?
Facturas: desde ofertas hasta control de consumo, aquí es cómo ahorrar en los costes de luz y gas Para reducir el gasto, los usuarios pueden utilizar varias herramientas que les permiten elegir con conocimiento de causa, pero también pueden utilizar algunas medidas para racionalizar el consumo Para contener el consumo de electricidad y gas y, por tanto, reducir los costes de la factura, es posible actuar en muchos frentes, empezando por reducir el despilfarro con comportamientos de buena conducta en el uso de los recursos energéticos.
Recuerda que ahorrar energía es posible. Pequeñas ocurrencias que se pueden poner en el campo para un consumo más racional. ¿Cuáles? Puede empezar por apagar los electrodomésticos durante la noche, en lugar de dejarlos en modo de espera, o optar por bombillas de bajo consumo o leds para reducir los costes asociados a la iluminación doméstica. Y además, orientarse sobre electrodomésticos de ahorro de energía, eligiendo por ejemplo un microondas de clase A+ o A++ que garantiza un mayor ahorro energético.
Medidas para reducir el consumo en cuanto al consumo de gas, también en este caso una primera reducción significativa de la factura pasa de comportamientos más responsables que están vinculados, En primer lugar, a un uso correcto del termostato si la vivienda está equipada con una caldera y no con un calentador de agua que, por el contrario, hace aumentar el gasto en facturas.
En efecto, basta recordar, a este respecto, que es conveniente no elevar la temperatura del termostato por encima de los 21 °C, ya que, superando ese bogavante, el consumo aumenta en un 7 %. Otras economías, además, se pueden obtener mediante una revisión periódica de la caldera, de modo que intervenir rápidamente sobre eventuales malfuncionamientos que terminarían por descargarse en la factura energética. Los comparadores web para comparar las ofertas. Hasta aquí las posibles contramedidas que deben aplicarse dentro de la propia vivienda. Pero está claro que un ahorro en facturas se puede lograr también en las fases anteriores eligiendo una tarifa asequible tanto para los consumos eléctricos como para los del gas. Ciertamente, no es fácil maniobrar en la jungla de ofertas presentes en el mercado y la presión de algunos operadores, en busca de nuevos clientes, que se presentan con propuestas aparentemente muy atractivas, no facilita una elección prudente.
Sin embargo, para ello es posible utilizar un instrumento muy útil, como el comparador de luz. En la red hay varios, muchos de los suministrados por los mismos operadores, pero existen también otros comparadores independientes como Tarífalo para encontrar las tarifas de energía más adecuadas a las necesidades de cada consumidor facilitando que clientes domésticos, hogares y pequeñas empresas puedan comparar y elegir, sin coste alguno, las ofertas de electricidad y gas.