Gastos comunes del edificio: ¿Quién los paga?

Las personas que viven en edificios de apartamentos tienen que pagar no sólo los gastos de alojamiento, sino también los de las partes del edificio que son comunes a todos. En la práctica, no sólo hay que pagar las facturas de los usuarios, los impuestos sobre el hogar y todos los demás gastos, sino que también hay que hacer frente a todos los costes del edificio, como la limpieza de las escaleras, los gastos de mantenimiento ordinario y extraordinario, la factura de la luz, comparador de electricidad, el administrador, etc.

¿Alguna vez te has preguntado si tienes que pagar la renta cuando no vives, es decir, cuando, a pesar de ser propietarios de un apartamento, de hecho no vives allí? Digamos que tienes un pequeño apartamento en la ciudad, dentro de un edificio de apartamentos, en el que sólo vives unos días al año; para el resto, la casa está totalmente libre. ¿Es justo que el administrador te reclame el pago de los gastos comunes como hace con todos los demás residentes? De hecho, no consumes casi nada, ¿por qué ibas a contribuir? Si te encuentras en una situación así y quieres saber qué hacer, sigue leyendo: veremos juntos cuál es la suerte de los gastos comunes cuando no se reside en el edificio.

Gastos del edificio: ¿Cuáles son?

Por gastos de condominio se entienden todos los gastos inherentes a las partes comunes del edificio: mantenimiento del ascensor, renovación del vestíbulo o del patio, limpieza de las escaleras, a la corriente eléctrica que sirve para el funcionamiento de las luces en las zonas comunes, al pago de la remuneración del administrador, a la renovación de la fachada del edificio, etc.

¿A quién le toca pagarlos?

Los gastos del condominio deben ser pagados por todos los comuneros, según los siguientes criterios establecidos por la legislación:

• Criterio de uso general: los gastos necesarios para la conservación y el disfrute de las partes comunes del edificio (escaleras, vestíbulos, etc.) serán sufragados por los copropietarios en proporción al valor de la propiedad de cada uno, salvo acuerdo en contrario;
• Criterio de utilización diferenciada: los gastos de utilización o de explotación, que sirven a los edificios de apartamentos en diferentes grados, se reparten en proporción al uso que cada uno pueda hacer de ellos. Por ejemplo, para los gastos de calefacción, si un comunero renuncia a utilizar el servicio, debería pagar de todos modos los gastos comunes de conservación, pero estaría exento de los de explotación.

La ley, por tanto, no prevé exclusiones: todos los edificios de apartamentos están obligados a contribuir a los gastos de la vivienda, por el simple hecho de ser propietarios de una unidad inmobiliaria insertada en el interior del edificio. La única diferencia se refiere a la cuantía del importe, que es proporcional tanto a las cuotas proporcionales a la propiedad como a la utilización de los servicios en el edificio.

Es una situación similar con el gas, un suministro al que le hemos dedicado diferentes post a lo largo del tiempo en nuestra web, como por ejemplo explicando cómo se manipula el gas licuado, el transporte y almacenamiento. 

Si quieres permanecer al corriente de nuevas leyes que afecten al mercado de luz y/o gas, visita la sección de noticias de nuestro blog y nuestra web Tarífalo.com.