Todo el mundo sabe el nombre de la compañía en la que se ha contratado el suministro de energía, pero casi nunca qué tipo de contrato se tiene. Y eso es lo que marca la diferencia. Lo notamos con las primeras facturas de 2023: para algunos la tarifa ha aumentado hasta un 70 %.
¿Qué hace falta saber para decidir qué contrato de luz y gas es más rentable?
En primer lugar, es necesario tener la información correcta: el 21,6 % de los clientes domésticos no sabe que es posible cambiar en cualquier momento de compañía de electricidad y gas natural; el 20,8% piensa erróneamente que cambiar de proveedor también debe reemplazar el contador; mientras que el 32,2% teme las interrupciones en el suministro. Nada de esto es cierto. Si se desea pasar del mercado protegido (tarifa PVPC) al mercado libre, o cambiar de compañía dentro de éste último, hay que tener claro que, en este mercado, el precio de la energía lo fija la empresa, de acuerdo a sus propias estrategias comerciales y con un margen de beneficio más alto que en el mercado protección. El coste de la materia prima está vinculado al mercado real, ya que los minoristas pueden comprar a los grandes proveedores y hacer compras con vencimientos a medio y largo plazo.
El precio del contrato «variable» depende de cómo se calcule: puede prever la variación del coste de la energía en plazos fijos, sobre la base de los precios del mercado mayorista. En cambio, si el contrato es a precio «fijo», es decir, con vencimiento a un año, dos o tres años, se paga lo que se haya determinado independientemente de cómo fluctúen los mercados. De hecho, aquellos que firmaron este tipo de contrato antes de la subida de precios, no experimentaron cambios en el precio, aunque sí lo notarán al renovar la tarifa.
¿Cómo puede orientarse quien tiene que hacer un nuevo contrato o quiere cambiar el actual?
El 16,1% de usuarios afirma haber cambiado su contrato después de recibir la llamada de un centro de llamadas. En los últimos años esta práctica va en aumento y, cada vez es más frecuente recibir ofertas por esta vía. Antes de aceptar cualquier oferta hay que recordar dos cosas importantes: 1) la propuesta de una oferta de cualquiera que provenga, es ante todo en interés del vendedor y no del cliente, 2) para no ser engañados, nunca hay que dar los códigos que identifican los contadores.
¿Dónde encontrar la oferta correcta?
Sin duda, la mejor herramienta es un comparador tarifas luz y gas que sea independiente, pero antes de buscar la oferta más ventajosa necesitamos saber qué tipo de contrato tenemos que está escrito en la factura y cuánto pagamos en kWh tomando la partida de gasto en energía y dividiéndola por el consumo facturado. Los demás gastos se refieren a los costes de transporte, tarifas del sistema, IVA, etc. No hay que considerarlos porque son iguales para todos, tanto en régimen de protección como en libre mercado.
¡Cuidado con las ofertas engañosas!
Hay que leer muy bien lo que dicen las condiciones porque las ofertas excesivamente baratas a menudo son engañosas. Las sorpresas suelen esconderse en las condiciones aplicables pasado un tiempo determinado o cuando se supera el consumo previsto en el contrato.
Las ofertas ventajosas en el mercado libre existen, pero encontrarlas supone una inversión de tiempo en comparar y saber leer los detalles.
Para los usuarios es importante comprender mejor cómo funciona el sistema para mejorar su ahorro y tener un consumo más eficiente.
