El ahorro de energía doméstica y la iluminación
La iluminación doméstica tiene un impacto no desdeñable en la factura de la luz: al menos el 10% del consumo de energía en el hogar se debe a la iluminación. ¿Cómo elegir la iluminación en casa con el objetivo de consumir menos energía y de aliviar la factura de luz sin renunciar a la comodidad de un ambiente bien iluminado? He aquí una breve guía para conocer los diferentes tipos de bombillas y las posibilidades concretas de ahorro de energía que se derivan. El primer paso fundamental para ahorrar energía en el hogar es la sustitución de las bombillas tradicionales por bombillas de bajo consumo, garantía de más luz con la misma energía y menos calor generado. Por supuesto, también habrá que disponer de una tarifa de luz óptima, lo que se debe valorar realizando una comparativa de tarifas.
El rendimiento deficiente de las bombillas incandescentes
Fuera del mercado desde 2012 debido a la ineficiente relación entre la luz emitida y la energía consumida, las bombillas tradicionales se iluminan aprovechando la incandescencia de un filamento atravesado por la corriente eléctrica. Las bombillas incandescentes se caracterizaban por su excelente rendimiento de color y su bajo coste, así ahorra luz. Como reverso de la moneda, incorporan una tecnología totalmente ineficiente: sólo el 5% de la energía gastada se transformaba en luz, mientras que el 95% restante se dispersaba en forma de calor. Modestas son, también, la vida media y la eficiencia luminosa de estas bombillas iguales, respectivamente, a 1.000 horas y a 12 lúmenes/vatios para una bombilla de 100 W.
La duración de las bombillas halógenas
Las bombillas halógenas materializan la versión evolucionada de la tecnología de incandescencia. Se trata de un filamento de tungsteno sellado en una carcasa transparente junto con un gas inerte y una pequeña cantidad de yodo o bromo. Disponibles en la tipología a tensión de red que puede ser instalada sin el empleo de transformadores y en la de bajísima tensión que requiere un transformador para la conexión a la red, las bombillas garantizan un consumo limitado de energía y se combinan por la óptima temperatura de color, por las reducidas dimensiones, por la posibilidad de regular y variar el flujo luminoso, por la válida rendición cromática y por una vida media de 2.000-4.000 horas. Sin embargo, solo pueden utilizarse en locales no muy amplios y en entornos que requieran una iluminación limitada.
La eficiencia de las bombillas halógenas
Las bombillas halógenas materializan la versión evolucionada de la tecnología de incandescencia. Se trata de un filamento de tungsteno sellado en una carcasa transparente junto con un gas inerte y una pequeña cantidad de yodo o bromo. Disponibles en la tipología a tensión de red que puede ser instalada sin el empleo de transformadores y en la de bajísima tensión que requiere un transformador para la conexión a la red, las bombillas garantizan un consumo limitado de energía y se combinan por la óptima temperatura de color, por las reducidas dimensiones, por la posibilidad de regular y variar el flujo luminoso, por la válida rendición cromática y por una vida media de 2.000-4.000 horas. Sin embargo, solo pueden utilizarse en locales no muy amplios y en entornos que requieran una iluminación limitada.