El momento de cambiar de vivienda es una decisión siempre importante y este es un buen momento para planteárselo por varias razones. El sector inmobiliario empieza a recuperarse de las peores cifras que registró durante el inicio de la pandemia lo que se confirma con las principales estadísticas, tanto del Índice de Confianza de la Sociedad de Tasación que ha remontado hasta un 51,20 %, como el ascenso de un 18 % de las transacciones inmobiliarias reportado por el Instituto Nacional de Estadística al cierre de 2021. La subida de operaciones se ha producido sin variación en los precios que se están manteniendo estables con un leve repunte del 0,4 % el último año y un precio medio de la vivienda en el mercado libre de 1.661 euros por metro cuadrado a nivel estatal, según la información publicada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
La estabilidad de precios actual, indicativa de la prudencia, es una razón importante para dar ahora el paso de cambiar de vivienda pero hacerlo de forma particular, sin recurrir al apoyo de una agencia inmobiliaria especializada en el sector, puede dilatar el proceso y llenarlo de complicaciones innecesarias gracias a la oferta de inmobiliarias con tarifa plana que ofrecen servicios integrales sin cobrar comisiones. Estos son algunos de los principales problemas que pueden surgir y por los que resulta conveniente ponerse en manos de una inmobiliaria con experiencia:
Calcular el precio adecuado de la vivienda
Calcular el valor de una propiedad es una de las cuestiones más importantes y se requiere de conocimientos técnicos para hacerlo correctamente teniendo en cuenta los precios de mercado y la normativa aplicable. En efecto, el valor de mercado no debe confundirse con la valoración que se realice a efectos de la hipoteca ni coincide con el valor catastral.
El precio adecuado de venta va a depender, en primer lugar, de la base de valor teniendo en cuenta la fecha o momento concreto. En España, la Orden ECO/805/2003 del Ministerio de Economía regula el cálculo del valor en las tasaciones. La principal base de valor es el valor de mercado de un inmueble que puede expresarse en función de las características técnicas y económicas del inmueble. El cálculo de la superficie útil será indispensable para calcular el precio del metro cuadrado para cuya determinación se tiene en cuenta distintos indicadores como la ubicación de la vivienda y su estado de conservación, entre otros. Finamente, también hay que tener en cuenta los objetivos europeos de eficiencia energética puesto que también inciden en la valoración.
Calcular correctamente el coste real del inmueble requiere de unos conocimientos técnicos por lo que es una operación difícil en la que una agencia inmobiliaria será de gran utilidad aportando, además, una labor de asesoramiento cualificada al conocer a la perfección la situación de mercado.
Publicidad y negociación
Otro de los puntos vulnerables de la venta a nivel particular es generalmente encontrar al comprador adecuado. A la hora de publicitar la vivienda hay que tener en cuenta la importancia de los anuncios y los canales de difusión, tareas que con una inmobiliaria van a ser mucho más eficaces gracias su inversión y experiencia en el marketing, así como por su base de clientes potencialmente interesados en una vivienda con determinadas características. Todo ello permitirá acortar el plazo para vender o encontrar la vivienda y ahorrar tiempo gestionando visitas y negociaciones.
Trámites legales seguros
La compraventa de una vivienda es un negocio jurídico que conlleva numerosos trámites para ambas partes: la financiación de la operación, formalización del contrato, impuestos vinculados al inmueble, alta de suministros de luz y gas, son sólo algunas de las gestiones que necesariamente habrá que llevar a cabo y en la que la falta de asesoramiento adecuado puede conllevar consecuencias negativas.
Contar con el apoyo de una agencia inmobiliaria para los trámites legales y gestiones aporta la ventaja de realizar la transacción con seguridad jurídica y, por tanto, tranquilidad. En este aspecto, la inmobiliaria va a hacer que el proceso sea mucho más ágil y sencillo resolviendo las incidencias que puedan surgir.
Confiar en una inmobiliaria va a permitir resolver la compraventa de manera más rápida, exitosa y con todos los beneficios adicionales gracias al asesoramiento especializado en los ámbitos legales y financieros, incluyendo las ayudas previstas en la normativa y ofreciendo siempre las mejores opciones individualizadas en cada caso.
Además, siempre podrán ayudarte en cuestiones relacionadas con tu suministro, como por ejemplo, después de comparar luz y gas y decidir cambiar de compañía, para efectuar el cambio de comercializadora o en caso de pleito con el anterior propietario de la vivienda.