Es importante saber qué nos están cobrando en nuestra factura de la luz pero, en ocasiones, no resulta una tarea sencilla porque no llegamos a comprender los datos que se reflejan. Por eso, para ayudar a nuestros usuarios y responder a la pregunta “¿Cómo puedo comprender mi factura de la luz?”, vamos a explicarte qué datos aparecen y cuál es su significado.
Cómo entender la factura de luz. ¿Qué nos cobran?
Son muchos los consumidores que, a día de hoy, sienten gran confusión sobre las eléctricas. De hecho, un alto porcentaje de usuarios desconoce el mercado al que pertenece, mientras que otros incluso ignoran que se pagan por los servicios de dos compañías. Una de ellas es la distribuidora, encargada de los peajes y cargos, frente a la comercializadora, que es quien distribuye la energía propiamente dicha y la que cobra el coste por la misma.
En lo que respecta al mercado, existen dos opciones y es imprescindible distinguir entre ellas, aparte de saber a cuál perteneces. Por un lado, tenemos el mercado libre, donde el precio lo fija la comercializadora, hay mayor variedad de tarifas y pagas por lo que firmaste en el contrato. Y, por otro lado, encontramos el mercado regulado (tarifa PVPC), cuyo precio cambia cada hora del día, según la oferta-demanda de la luz.
Entonces, ¿qué nos cobran en la factura de la luz? En el recibo aparecen un coste fijo, por disponer de electricidad, y un coste variable, que va en función de cuánto consumimos y del coste de la electricidad en los diferentes tramos horarios que contempla nuestra tarifa.
Es precisamente este coste variable el que debes tener más presente, pues es aquel que aumenta tu factura, aunque depende en gran medida de la tarifa que tengas contratada. Encuentra las ofertas de las comercializadoras líderes del sector en nuestro comparador de tarifas de luz.
Factura de la luz: conceptos básicos
En primer lugar, debes tener en cuenta que cada comercializadora puede elegir cómo hacer su factura y el diseño de la misma. No obstante, hay una serie de datos que deben incluir de manera obligatoria y son los siguientes:
Datos de la factura
Situados en la parte superior, se muestran el número de factura con su código de referencia, que identifican el recibo, la fecha de emisión y el período de facturación o intervalo de tiempo facturado, normalmente mensual salvo excepciones.
Resumen de la factura
Incluye el importe a pagar por el usuario, correspondiente a ese periodo facturado.
Información del consumo eléctrico
A través de un gráfico, visualizas el histórico de tu consumo en el año en curso, junto a la lectura real del contador con tu consumo por cada tramo horario.
Datos del contrato
Este apartado contempla datos fundamentales como el titular del contrato, la dirección del suministro, el número de contador y el número CUPS. El Código Unificado de Punto de suministro o CUPS identifica nuestra instalación, aunque cambies de comercializadora, este se mantendrá igual.
Además de lo anterior, hay referencias al contrato, al bono social si lo tuvieras (con su descuento correspondiente), las tarifa y potencia contratadas, el nombre de la comercializadora (te permite saber si estás en el mercado libre o regulado), el nombre de la distribuidora, el peaje de acceso y la fecha de finalización del contrato.
Esto último es crucial tenerlo presente si estás en el mercado libre, ya que las tarifas se pueden actualizar en cada renovación o, por el contrario, darse de baja, y no recibirás penalización siempre y cuando cumplas con la fecha estipulada. En cambio, el contrato se renueva automáticamente cada año en el mercado regulado.
Desglose de la factura
Aquí se detallan el impuesto sobre la electricidad (5,1127%), gastos como el alquiler del contador o equipos de medida y el IVA.
Por supuesto, también encontrarás esa cuantía fija que vas a pagar, el importe por peajes, el margen que va destinado a la comercializadora y, si has instalado placas fotovoltaicas, el descuento en la facturación por la energía excedente.
Asimismo, habrá mención de otros servicios contratados, como pueden ser reparaciones de urgencia y mantenimiento. Son habituales en el mercado libre, de carácter voluntario y se debe reflejar su coste igualmente.
Atención al cliente
Al pie de página, aparecen los canales de contacto con tu compañía, que deben ser gratuitos y no olvidar los de reclamaciones.
¿Cómo ahorrar en la factura de la luz? Consejos
Hemos solucionado una de las dudas de nuestros usuarios, pero esto enlaza con otro problema muy frecuente: cómo ahorrar en tu factura de la luz. Para ello, no basta con entender la estructura y los conceptos que componen tu factura. por eso, desde Tarífalo hemos seleccionado siete consejos para ahorrar en electricidad:
- Apagar los aparatos es más recomendable que dejarlos en stand by.
- Controlar la temperatura de nuestra calefacción.
- Utilizar programas de lavado en frío.
- Opta por bombillas led.
- Comprar electrodomésticos eficientes y de bajo consumo.
- Pásate al autoconsumo para ser autosuficiente.
- Contrata la tarifa de luz adecuada.
Este último punto merece información más amplia y te lo explicamos en el módulo que sigue a continuación. Además, te invitamos a visitar nuestro blog, ya que actualizamos el contenido todas las semanas y puedes leer otros artículos relacionados con el ahorro y consumo.
Elegir la mejor tarifa de luz. Contrata tu tarifa ideal
A la hora de ahorrar en tu factura de la luz, influyen tus gestos cotidianos y hábitos de consumo, que siempre puedes mejorar siguiendo las claves mencionadas, pero solemos olvidarnos de que puede existir un problema mayor. A veces, la solución está en contratar la compañía de luz más barata y conseguir la mejor tarifa de luz.
Con los precios de la energía por las nubes, cambiar de compañía te puede ayudar a reducir considerablemente tu consumo. Utiliza nuestro comparador online tantas veces como sean necesarias y compara las distintas compañías eléctricas. Encuentra la tarifa que mejor se adapta a tus necesidades, a la vez que apuestas por un precio competitivo.
Previamente, te aconsejamos que estudies tu consumo anual, el tamaño de tu vivienda y sus características, los electrodomésticos que usas y cuántas personas conviven en la misma vivienda. Todos estos factores afectan directamente a la potencia que precisas y, por lo tanto, a la potencia que tienes que contratar.
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