Soluciones ecológicas para calentar el hogar
¿Son mejores las estufas solares o de leña? ¿Los radiadores son ecológicos? ¿Merece la pena el cambio a energía verde, por el ahorro en luz y gas?
Existen muchas dudas en cuanto a la calefacción del hogar y muchas veces algunas soluciones chocan con la necesidad de ahorro, veamos cuáles son las mejores opciones cuando decides reducir tu huella medioambiental.
Solar térmica para calentar el agua
La energía solar térmica utiliza la energía del sol para producir agua caliente, transfiriendo el calor entre un fluido que circula en el panel y el agua de los sistemas domésticos, almacenada en un tanque. La circulación del fluido se puede forzar manualmente, mediante el trabajo de una bomba eléctrica, o puede ser natural. La primera opción permite colocar el tanque de almacenamiento en cualquier posición, independientemente de dónde esté el panel, por lo que se considera más conveniente.
Por lo general, el sistema solar térmico integra el existente y el tradicional (por ejemplo, la caldera) para reducir el consumo de energía. Por tanto, es una buena alternativa para aquellos con necesidades de ahorro.
Estufas de leña para calentar
Muchos consumidores no saben que al elegir una estufa de leña están optando por una solución ecológica, pero este es el caso. Con este tipo de sistemas, de hecho, se sustituye el uso de energías fósiles por el de energías renovables, por lo que se trata de una auténtica elección medioambiental. La madera siempre se ha utilizado para calentar y las tecnologías modernas han hecho posible crear modelos de estufas automáticas capaces de gestionar tanto la carga como la limpieza del combustible. Los generadores de este tipo son capaces de ahorrar hasta un 50% en comparación con una caldera tradicional, por lo que la ventaja no es solo medioambiental sino también económica.
Bombas de calor
Si opta por una bomba de calor, sepa que es el generador más eficiente y ecológico del mercado. Es capaz de producir energía térmica que transporta al sistema de calefacción y recupera calor del subsuelo, del aire del ambiente o del acuífero. La bomba de calor es un electrodoméstico que funciona con electricidad, ¡pero que no cunda el pánico! Por cada kW de electricidad consumido, las bombas eléctricas pueden producir 3-6 kWh de energía térmica.
Ahorro a través de la domótica
Un elemento interesante que podría conducir a una reducción significativa de los costes de facturación de luz y gas es la domótica. Equipar el hogar con un sistema domótico permite, de hecho, regular el encendido y apagado de cada electrodoméstico de forma remota según nuestro estilo de vida. De esta forma se evita desperdiciar energía y calor y se tiene un mayor control del consumo.