Cuáles elegir y cómo utilizarlos mejor

Lavadoras

Actualmente, todas las lavadoras comerciales pertenecen a la clase A, en la que, además del consumo, se indica la eficiencia de la centrifugadora (es decir, la cantidad de agua residual) y el ruido emitido en la fase de lavado y durante la centrifugación.

Los modelos recientes, además de la técnica del remojo para el lavado, aplican también la del lavado con lluvia, sometiendo las prendas a la doble acción del remojo y del rociado repetido desde arriba con agua y detergente. Otras máquinas, equipadas con una tubería especial, devuelven al tanque el agua jabonosa, procediendo a un nuevo lavado. Para un mayor ahorro consulte en un comparador de luz.

Lavavajillas

Como en el caso de las lavadoras, la etiqueta energética de los lavavajillas tiene siete sectores y los niveles de eficiencia van de A+++ a D.

En comparación con los antiguos modelos de lavavajillas, los nuevos aparatos son mejores desde el punto de vista del consumo de energía eléctrica, agua y detergente: los antiguos modelos consumen entre 2,5 y 3 kWh, mientras que los más recientes consumen entre 1 y 1,5 kWh (ahorrando alrededor de 0,18 euros para el lavado), que, para el ciclo rápido, pueden reducirse a 0,8 kWh.

En el momento de la compra, por lo tanto, conviene comprar los aparatos más innovadores, eligiendo el tipo de capacidad según nuestras exigencias, accionando así el lavavajillas sólo a plena carga.

Los lavavajillas, al igual que las lavadoras, consumen grandes cantidades de energía para calentar el agua antes del lavado, pero, a diferencia de estas últimas, pueden conectarse directamente al agua caliente (si la instalación lo permite), con un notable ahorro de energía eléctrica. Durante una posible renovación, por lo tanto, cerca de la toma del lavavajillas habría que prever una alimentación del agua caliente.

Hornos

Cuando se compra un horno, primero hay que decidir qué tipo elegir, ya sea eléctrico o de gas. Los modelos de gas son, con mucho, los más baratos; los hornos eléctricos (incluido el microondas), que utilizan energía eléctrica, son más caros, pero tienen una mayor eficiencia energética, subdivididos en clases de A a G en cuanto a la etiqueta energética.

Un horno eléctrico, que es el modelo más popular, consume en promedio 2200-2300 vatios.

Frigoríficos y congeladores

Por término medio, los frigoríficos y congeladores representan alrededor del 25% de la factura eléctrica doméstica. Es necesario, pues, observar atentamente su etiqueta energética (que incluye también las clases A+++, A++, A++), en la que se indica el consumo de energía en kWh/año que se tendría teniendo el aparato siempre en funcionamiento, a puerta cerrada y en condiciones normalizadas, la capacidad de la nevera y el congelador, el ruido emitido (en dB) y el número de estrellas de los compartimentos a baja temperatura que informa sobre las temperaturas que se pueden obtener y sobre el almacenamiento de los alimentos.

La elección del frigorífico o del congelador debe hacerse en función del número de personas, de los hábitos de compra, de la posible necesidad de congelar alimentos frescos, del espacio disponible en el hogar. Además, en el momento de la compra, es necesario comparar cuidadosamente el tamaño y el rendimiento de los diferentes modelos y elegir el más adecuado a sus necesidades.

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