Las energías renovables son aquellas fuentes de energía que se renuevan, es decir, se regeneran después de cada uso y son inagotables. Por el contrario, las fuentes de energía no renovables solo están disponibles en cantidades limitadas hasta que se agote el stock del que dispone nuestro planeta. Además, las fuentes de energía renovables son las que se encuentran en la naturaleza, provienen del agua, el viento y del sol: para producir energía no se utilizan directamente, sino que se aprovecha su fuerza para obtenerla.
Las fuentes de energía renovable
Las principales fuentes de energía renovable son:
La energía hidráulica
Es la fuente renovable más utilizada porque ya sabemos cómo aprovechar al máximo sus potencialidades; antes la energía de la masa de agua de los ríos se utilizaba para mover molinos, luego para maquinaria cada vez más compleja y, finalmente, para generar energía hidroeléctrica.
La energía eólica
Se trata de la energía del viento que mueve las palas de las turbinas eólicas igual que en el pasado movía las palas de los molinos.
La energía solar
Es la energía que procede del sol a través de los rayos solares, que utilizamos gracias a los paneles fotovoltaicos para producir electricidad o a través de los colectores para la calefacción (por ejemplo, calentar el agua sanitaria de uso doméstico)
La biomasa
Es el material de desecho de la agricultura y la ganadería que se utiliza como biocombustible, aprovechando de la mejor manera posible los desechos que, de otro modo, se quemarían o descompondrían sin utilidad.
El futuro de la energía es de origen 100 % renovable
Estas fuentes de energía son inagotables y de bajo impacto en el medio ambiente: por eso estamos apostando por el sol, el viento y el agua para nuestro futuro. El origen renovable de la energía debe estar certificada por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) y ya son muchas las comercializadoras que sólo ofertan suministro de luz de origen renovable certificado, como puedes consultar en el comparador de tarifas de luz.
La no es solo una cuestión de necesidad, sino de oportunidad: encontrar la clave para hacer más eficientes las fuentes renovables es el frente común que une a todos los productores de energía. Las empresas, de hecho, están abandonando gradualmente el uso de los combustibles fósiles (especialmente el carbón), porque ahora es evidente para todos que ya no hay más futuro para estas producciones. De hecho, entre las últimas medidas aprobadas en la Unión Europea se ha prohibido la comercialización de vehículos con motor de combustión para el año 2035.
Además, otro gran impulso ha venido de la mano del Objetivo Séptimo de la Agenda 2031 de la Organización de las Naciones Unidas «Energía limpia y accesible» y el Pacto Verde de la Unión Europea que han logrado influir en el tejido empresarial de todo el planeta: la transición a la energía verde, eliminar el carbón y repensar el consumo de la energía son los objetivos a largo plazo de la agenda mundial.
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