¿Cómo frenar el encarecimiento de las facturas de luz?

Nunca antes, como en estos dos últimos años, la estancia entre las cuatro paredes de nuestra casa ha sido una alternancia de momentos positivos y negativos.  El confinamiento forzado, hecho indispensable para contener la pandemia de Coronavirus, ha desencadenado en muchísimas personas estados emocionales inesperados, como depresión, ansiedad, insomnio, miedo, apatía. Pero para otros ha sido una oportunidad para redescubrir la familia, la lentitud, la tranquilidad de la vida cotidiana. El virus ha transformado nuestra forma de trabajar, estudiar y socializar.

Lo saben bien los jóvenes estudiantes de secundaria y escuelas superiores obligados a seguir las clases a distancia, o los muchísimos empleados en situación de teletrabajo, que han transformado su casa en oficina, permaneciendo conectados a la red doméstica, utilizando más calefacción y electricidad, con la consecuencia de aumentar las facturas a pagar a finales de mes.

El coste del teletrabajo también pesa sobre la tecnología

El teletrabajo y la educación a distancia han conducido al aumento de los costes soportados por los hogares en el año 2020: no sólo la tecnología (ordenador, tableta, auriculares con micrófono, etc), sino también los gastos para la luz, gas e Internet fijo.

Si durante el confinamiento en la primera mitad de 2020 se había registrado una caída de los costes para el mercado energético, en la segunda parte del año y, especialmente en los meses finales, como consecuencia también del aumento del consumo de los hogares en torno al 10% más que en 2019, ha habido un restablecimiento de los precios a tarifas en línea con las medias estacionales.

Los costes reales incurridos

Haciendo un cálculo se estima un incremento de gasto de 70€ más para la energía eléctrica y 96€ más para el gas.

Aunque el coste energético real de una familia media, teniendo en cuenta el uso prolongado durante ocho horas de más dispositivos tecnológicos (portátiles, pantallas de TV, PC fijo, router) es bastante bajo en términos de energía, supone en torno a los 2€ adicionales al mes, a los que se suman otros gastos.

En primer lugar los debidos a la utilización masiva de la calefacción, a menudo apagada durante el día para quien trabaja; lo mismo ocurre con la iluminación, sobre todo en estos meses invernales y, por último, el uso de Internet que para algunos, se ha convertido en una necesidad, con la consiguiente contratación de una suscripción mensual.

¿Cómo frenar el encarecimiento de las facturas?

Todos sabemos que las altas facturas de electricidad, gas e Internet pueden afectar negativamente al presupuesto familiar. Una conciencia que, sin embargo, nos permite aplicar las mejores estrategias para tratar de contener sus gastos. Hay diferentes comparadores de luz que nos pueden ayudar a ajustar este gasto adicional.

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